Pablo Melgar
Entre 100 y 200 hogares pobres de Lavalleja no tienen claro si tendrán, o no, su sustento en los próximos días. Los líderes del gobierno departamental se encuentran realizando un estudio sobre la plantilla para resolver si la reducen o no. No hay definiciones y los jerarcas departamentales pretenden negar lo que ya le adelantaron al sindicato mientras preparan el escenario.
Ahora las autoridades aseguran que los “cambios”, eufemismo para decir despidos, podrían ocurrir a fin de año. Como es evidente, no está claro cuando ocurrirán y tampoco se conoce a quienes afectará ni en qué cantidad. Ante la duda, en Serrano dispusimos ir sobre nuestros pasos y hacer la trazabilidad a la información publicada.
Todo comenzó el pasado jueves pasado, a las 16 horas, cuando siete dirigentes de ADEOM Lavalleja ingresaron al despacho del intendente Daniel Ximénez. Allí, junto al jefe comunal y parte de su equipo inmediato, entregaron un mensaje contundente: la Intendencia estaría considerando que “sobran” al menos 100 funcionarios en la plantilla municipal.
Según relataron presentes en la reunión, se barajaron distintas alternativas para afrontar la situación, con el pedido expreso de que el tema se mantuviera en reserva debido a su delicadeza.
Sin embargo, la confidencialidad se quebró la noche del viernes, cuando el comunicador Román Nappa adelantó en el lanzamiento de su streaming Divergentes que la comuna analizaba cesar a un centenar de empleados. La noticia generó un inmediato malestar en todo el funcionariado.
Al día siguiente, Nappa reiteró la versión en su programa radial Sin Pelos en la Lengua por Federal FM. El asunto tomó escaló socialmente y, para el lunes, el debate ya ocupaba titulares en la prensa departamental. El diario Serrano recogió el testimonio de uno de los sindicalistas presentes en la reunión, mientras que La Unión difundió la versión oficial elaborada por colaboradores cercanos al intendente.
El presidente interino de ADEOM, Víctor Villalba, confirmó a Serrano que el intendente Ximénez evalúa no renovar decenas de contratos debido a la sobrecarga de personal y las dificultades financieras de la comuna. Ya el domingo de noche había fuentes de la comuna que negaban enfáticamente a Serrano la información. “El intendente nos dijo que la Intendencia estaba pasada de gente. Nuestra plantilla debería rondar entre 1.400 y 1.500 funcionarios, pero hoy estamos en casi 1.800”, sostuvo Villalba.
Por el momento, ADEOM no tiene previsto ingresar en un conflicto por el eventual cesa de trabajadores. «Se piensa que no da para un conflicto porque esto se veía venir, son compañeros que han entrado ahora», afirmó el dirigente.
Indicó que la administración revisa los contratos realizados en el último período de gobierno y muchos de ellos podrían no ser renovados. “Nosotros ya tomamos conocimiento de que se hicieron contratos por dos meses. El intendente nos dijo que iba a analizar caso por caso, y que no quería involucrar al sindicato en esa decisión”, señaló.
Desde la comuna departamental se sostuvo a Serrano que el intendente Ximénez no hizo declaraciones a la prensa. En tal sentido, el informante explicó que “es un poco apresurado asegurar recortes”. Al respecto, indicó que en el mes de julio lo que se generó fue la “prolongación de los contratos que vencían el 30/06 para dar un tiempo de análisis de los casos”.
“Es importante ver qué hacen, dónde están esos funcionarios, qué actividad cumplen, cuál es la situación de cada uno de esos funcionarios, y ver las necesidades de la Intendencia”, dijo.
En esa línea, señaló que “no todos los casos tienen la misma situación y hay mucha necesidad de trabajo en Lavalleja, teniendo en cuenta el 11,4% de desocupación, el intendente y su equipo se tomaron un plazo de análisis y a fin de año se tomará una definición”.
Uno de los aspectos que preocupa al gobierno departamental es que hay contratos de ingreso generados durante la campaña electoral que “seguramente no se renueven porque fueron realizados por criterio político, pero no son todos los casos”.
Desde la Intendencia se insiste en que la decisión no está tomada. No obstante, trascendió que algunos alcaldes habrían sido consultados sobre cuántos funcionarios de sus municipios podrían prescindir, e incluso admitieron estar en condiciones de reducir personal.
Llamó particularmente la atención el caso de Batlle y Ordóñez, donde dirigentes frenteamplistas y allegados al intendente habrían transmitido a trabajadores la posibilidad de ser repuestos en sus cargos, algo que contrasta con la hipótesis de recortes masivos.
El conflicto se da en paralelo a la campaña electoral interna de ADEOM, que nuclea a unos 600 afiliados y mantiene un frente de negociación con la administración frenteamplista, la primera en llegar al gobierno de Lavalleja.
Los dirigentes sindicales han reclamado un ajuste salarial de inflación más 1%, pedido que fue rechazado por buena parte de la base, al punto de impulsarse la convocatoria a una asamblea para revisar el mandato de los negociadores.
El cruce entre la discusión presupuestal, la interna sindical y la posibilidad de ceses masivos mantiene en vilo a la administración y al funcionariado, en un clima de creciente tensión política y social en Lavalleja.
Con el proceso de trazabilidad informativa en la mano, se puede confirmar que Serrano publicó la información a la que se podía acceder y se viene confirmando.
Curiosidades.
Los conocedores del sindicalismo local, en particular del sector municipal, hicieron notar la extraña situación que atraviesa el ex dirigente sindical municipal y actual jerarca, Daniel Urquiola. Líder de la Vertiente Artiguista, el sector más poderoso del gobierno departamental con tres ediles en la Junta y varios cargos en la Intendencia.
Cercano al presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, y al ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, viene exigiendo al intendente Ximénez que fije posición sobre el proyecto de represa que inundará gran parte de Gaetán de Lavalleja y Casupá de Florida. Hasta el momento el jefe comunal no le ha prestado atención.
La incidencia de los sindicalistas política está a la vista en todos los estamentos de gobierno, con el Frente Amplio pero también con el Partido Nacional en lo departamental.
La relación entre los sindicalistas y el gobierno departamental que coinciden en la opción partidaria, tiene mucha historia política. Un líder sindical de la década de 1950 lideró una virulenta huelga, tanto que el automóvil personal del intendente fue dado vuelta por los manifestantes.
Tras el conflicto, el intendente fue reelecto y el líder sindical accedió a un cargo importante en el gobierno departamental de entonces.